Todos tenemos dificultades en la vida, cada uno maneja esta situación de diferente manera, algunos no solo saldrán delante de estas situaciones sino también la aprovecharán para afianzar su influencia en las demás personas, si te llama la atención que tiene que ver esta relación de adversidad y liderazgo te invito a seguir leyendo.
Recuerdo hace muchos años cuando llevábamos a mi hija (tenía como 5 años en ese entonces) a la escuela de natación, ya estaba lista para entrar a la piscina cuando dijo que no iba a meterse, se puso a llorar, en ese momento, las personas que estaban sentados alrededor de la piscina nos voltearon a ver con una mirada que nos hacía ver culpables. En ese momento nos sentimos avergonzados(nos congelamos unos segundos), mi esposa comenzó a sacar la toalla de la maleta para llevarse a mi hija al vestidor, en ese momento pensé que si ya estábamos pasando por un mal momento, lo mejor era sacar provecho de ello, así que le dije a mi esposa que guardara la toalla y le comencé a hablar a mi hija para que se metiera a la piscina, llevó un tiempo convencerla en para que ingresara a la piscina pero lo hizo con buena actitud. La mayoría de las personas dejaron de vernos y siguieron con sus actividades, habíamos pasado por una situación embarazosa en ese momento y pudimos salir adelante. Puede que pienses que era un tema sin importancia, sin embargo, esto mismo nos pasa en muchas complicaciones que nos pasan en la vida: no sabemos cómo reaccionar. Esto marcará una diferencia con otras personas y puede que incremente nuestra influencia en ellas si podemos resolverlas.
¿Qué pasa cuando tenemos una mala experiencia?
Al ocurrir un evento (problema, urgencia, pandemia, etc.), puede ocurrir varias situaciones que nos inquietan, puede que afecten nuestras actividades y el rendimiento disminuya, por ejemplo, si tenemos un gasto extra y tengamos problemas en cómo ajustar nuestras finanzas para resolverlo. Las emociones pueden afectarnos, si piensas que tiene que ver las emociones en resolver un problema, te diría que puede ser clave para iniciar en resolver un problema o congelarnos. Si nuestro estado de ánimo es bajo por semanas, puede ocurrir que caigamos en una depresión y es muy probable que nuestro rendimiento disminuya. Esto puede generar que nuestra confianza esté por los suelos, sentimos que no podemos resolverlo y podemos trasmitir esta sensación a otras personas por lo que puede generar una desconfianza de estas hacia nosotros. Si tenemos seguidores, puede que estos nos abandonen porque no podemos resolver los problemas.
¿Por qué sufrimos ante la adversidad?
Esta pregunta puede tener muchas respuestas, una es que como seres humanos no nos gustan los cambios, nos gusta estar en nuestra zona de comodidad, en ese lugar donde sabemos que puede pasar, por lo que, al afrontar una adversidad, nos topamos que hay cosas que no sabemos cómo solucionarlo y esto no nos gusta. Cuantas veces nos ha pasado que nos sentimos enfermos y si no vamos al médico, puede que pensamos lo peor y comenzamos a estresarnos, pero, si vamos al doctor y nos dice que tiene solución, comenzamos a relajarnos porque sabemos cuál será el final de nuestra situación (aunque el dolor permanezca en ese momento). Lo mismo pasa cuando tenemos un problema que no sabemos cómo resolverlo, tenemos incertidumbre de que pasará al final y comenzamos a angustiarnos.
¿Cómo podemos resolverlos?
Es común creer que los problemas son únicos, esto puede ser cierto, sin embargo, la mayoría de ellas tienen algo en común y es que no sabemos cómo afrontarlos, estamos interesados en saber el final, cuando terminará, cuanto sufriremos y cuanto gastaremos (por decir algo), sin embargo, no nos preocupamos en el proceso. Es en los procesos donde nos debemos enfocarnos, hay un dicho que dice «la vida es el 10% de lo que nos pasa y el 90% en como reaccionamos», en ese 10% de lo que nos pasa no podemos hacer mucho, no tenemos una bola de cristal para saber nuestro futuro, sin embargo, si tenemos control en como reaccionamos, y es ahí donde tenemos que enfocarnos, en saber cómo afrontar la adversidad. Puede que pienses que los problemas de la vida son infinitos y no podemos saber de todo, esto es muy cierto, sin embargo, si clasificamos los problemas más comunes al que nos enfrentamos, podemos ver que se centran la mayoría en estas clasificaciones: problemas financieros, laborales, salud, etc. Cuando tenemos un problema financiero, por ejemplo, ¿nos hemos preguntado si realmente sabemos administrar nuestro dinero? Si sabemos que no somos buenos administradores, lo más probable es que tengamos dificultades al tratar de solucionarlos, por lo que una opción será prepararnos y la probabilidad de éxito será mayor. Si una causa de que nos incomode los problemas es porque no sabemos qué pasará, entonces debemos trabajar en informarnos que podemos hacer para salir adelante, esto es mucho mejor a quedarnos congelados y esperar que la solución llegue por si sola.
Busca oportunidades y aprovéchalas
Al estar luchando por resolver un problema, lo que deseamos es salir de ella y olvidarnos, sin embargo, podemos ver oportunidades en cómo aprovecharlas, en el libro «Transforma la incertidumbre en oportunidades» menciono como podemos aprovechar esas situaciones para encontrar oportunidades para salir adelante. Al inicio de la pandemia, muchas personas lamentablemente perdieron sus empleos y sufrieron mucho, sin embargo, hubo otras personas que aprovecharon esa situación porque encontraron nuevas necesidades por satisfacer y pudieron suplirlas, ayudaron a otras personas a seguir adelante con sus vidas.
Cuando trabajamos en cómo resolver estas situaciones adversas y si es posible, poder encontrar oportunidades para ayudar a los demás, las personas verán que podemos resolver problemas y nuestra influencia en ellos se incrementará, ¿porque ocurre eso? Porque la persona no les gusta sufrir y seguirán a alguien que les pueda ayudar a solucionar sus problemas.
«Quien no pasa por malas experiencias, no aprende de ellas.» Anónimo.
Acerca del autor:
Jorge Paz es Coach, Consultor y autor de los libros «Forjando Nuestro Destino» y «Transforma la incertidumbre en oportunidades«. Con más de 10 años en la gestión de proyectos de implementación de software, experiencia de supervisión, soporte y evaluación de proyectos. Ha trabajado en proyectos en varios países de Latinoamérica apoyando a equipos de proyectos en alcanzar sus objetivos.
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