Como nuestras limitaciones estancan nuestros sueños y el de los demás

Hace muchos años, cuando tenía unos 14 años, conocí a una persona adulta que se dedicaba a las ventas, se afanaba que no había estudiado y que le iba muy bien, conocí también a su hijo que tenía 18 años, este le ayudaba a su padre en su negocio, me enteré que no estaba estudiando, su padre decía que su hijo iba a seguir sus pasos y que su futuro estaba asegurado, me llamó la atención que el muchacho estaba sentado pasando el tiempo dibujando (era muy bueno). Esta escena no lo he olvidado con el paso de los años. ¿Será que su padre estaba limitando a su hijo? Si te sientes identificado de alguna manera (puede que no tengas hijos), te invito a seguir leyendo este artículo.

Nuestras creencias pueden limitar nuestro desempeño

Las creencias son pensamientos que damos como verdaderos, estas pueden ser adoptados en todas las etapas de nuestras vidas, incluidos en nuestra niñez. Estas creencias pueden hacer la diferencia para forjar el camino en nuestra vida y también puede limitarnos para no poder ver más allá de estas creencias. En ocasiones cuando tenemos un problema y alguien nos da una solución, es usual decir: «Gracias, pero esa solución no funciona para mí, yo tengo una realidad distinta». Esta frase es cierta desde cierto punto de vista, la realidad de las personas son distintas unas de otras, puede que la situación sea exactamente la misma y la solución sea clara. Sin embargo, lo que difiere son los recursos (financieros, por ejemplo), cultura, sociedad, etc., de cada persona, esto hará que tomemos una decisión con la solución que nos plantean, un camino es aplicarlo tal como está, podemos personalizar la solución, esperar el momento adecuado o no aplicarlo, por decir algo. Solucionar un problema tiene que ver con la forma en que vemos las cosas en la mayoría de situaciones, en ocasiones tenemos todos los recursos disponibles y solamente tenemos que levantar la mano para resolverlo, sin embargo, nuestras creencias nos empujan a no hacerlo. A veces no vemos las oportunidades en tiempos difíciles por tener estas creencias. Algunas frases que forman parte de nuestras creencias pueden ser:

  • No es para mí.
  • Es para otras personas que son ganadoras.
  • No puedo hacerlo.
  • No está bien porque así me lo enseñaron.
  • Nadie de mi familia lo ha hecho, yo tampoco lo podré hacer.

Puede haber una infinidad de frases que pueden limitarnos, puede que no nos hayamos dado cuenta que utilizamos estas frases, para algunos, pensar que hacer algo diferente lleve al sufrimiento y por ello se cuenta con estas frases para justificar del porque no resuelven un problema. Las creencias no se limitan a frases, sino a la forma de pensar, en una ocasión conversé con un dueño de una empresa de servicio y me comento que no apoyaba a su gente para capacitarse, porque una vez capacitados, se marchaban de la empresa. En esta empresa la rotación de personal era normal, por lo que la gente se marchaba de la empresa estando capacitado o no. El problema con esta manera de pensar es que tenía personal que no estaba capacitado y no rendían como se esperaba, los bajos resultados eran reflejo de la visión del dueño de la empresa.

Con el tiempo, veía que algunas empresas que deseaban un cambio de rumbo en su negocio, no buscaban dentro de su organización a personas para cargos críticos en su organización, es frecuente que se critique esta estrategia ya que aducen que las personas dentro de la organización merecen crecer y quien más que ellos que conocen el negocio y la cultura de la empresa para resolver la situación que enfrentan. Si bien tiene algo de cierto, en algunas compañías, ven la necesidad de hacer cambios y estos tienen mayor probabilidad de éxito si contratan a personas ajenas a la empresa, esto debido que no tienen las mismas creencias que tiene la organización y aceleran el cambio, esto hace que las personas se adapten o se vayan de la empresa. Es aquí donde uno se puede dar cuenta que la solución se encuentra ahí, es cuestión de trabajar en la perspectiva de como uno ve la situación, es decir, evaluar las creencias que uno pueda tener.

Nuestras limitaciones influyen en otros

Al ser padres pensamos que nuestros hijos no deben pasar lo mismo que nosotros (si aún no eres padre puedes pensar que este punto no es para ti, sin embargo, te invito a seguir leyendo), creemos que los hijos son los únicos que seguirán nuestros pasos, sin embargo, nuestra influencia puede llegar a las personas de nuestro entorno. En el caso de nuestros hijos, de manera consciente hacemos que ellos tomen un camino mejor al nuestro, le damos todas las comodidades, juegos, ropa de moda, etc., con ello creemos que tendrán un mejor futuro, sin embargo, puede que dejemos por un lado otros aspectos que forjarán el destino de nuestros hijos, como los valores, apoyar sus sueños en lugar de los nuestros, trabajar en sus fortalezas, enseñarles que es la persistencia y disciplina, etc. Es posible que alguno de estos temas te incomode, puede que te digas que no es relevante, no sepas que hacer o no estés de acuerdo, esto podría ser una limitación que estamos trasladando a nuestros hijos. Lo mismo ocurre con las personas a quienes influyes, no sabes que hacer y simplemente lo dejas pasar, esto impacta en las acciones de otras personas, en especial si diriges un equipo o empresa, harán que tu desempeño no llegue más allá de tus limitaciones.

Identifiquemos estas limitaciones y trabajemos en reemplazarlas

Se oye sencillo, sin embargo, requiere de trabajo ser sinceros con nosotros mismos. Habrá frases (que son el resultado de nuestras creencias) que las diremos y no seremos conscientes que las decimos, una opción podría ser consultar a personas de confianza como nos ven, al tener identificado estas frases, podremos analizar porque las decimos, evaluar las causas y que podemos hacer para trabajar en ello. Cada creencia tendrá su complejidad porque está arraigado en nosotros. Si hay creencias que nos impactan en nuestras actividades, puede que sea un comienzo trabajar en ellas, por ejemplo, si crees que en tu empleo se basa solo en la experiencia y no en el conocimiento, puede que esto sea una limitante para que sigas creciendo, una frase que usan en esta situación es «las experiencias es mejor, lo que dices es pura teoría», sin embargo, te sorprenderás como aprender te amplia la visión de lo que haces.

Si deseas profundizar un poco más en cómo trabajar en esas creencias que te limitan, puedes leer el libro Forjando Nuestro Destino.

 

«La primera limitación está en nuestra comprensión del alcance de nuestras posibilidades.»

Ken Robinson

Acerca del autor:

Jorge Paz es Coach, Consultor y autor del libro «Forjando Nuestro Destino» y «Transforma la incertidumbre en oportunidad». Ha trabajado en proyectos en varios países de Latinoamérica apoyando a equipos de proyectos en alcanzar sus objetivos.

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