En ciertas ocasiones no deseamos ir a reuniones sociales o laborales, damos muchas justificaciones y cuando vamos a estos lugares, regresamos cansados, o evitamos ir a reuniones con personas que no hemos visto hace muchos años, a veces no somos conscientes que el relacionarnos nos puede dar energía o puede agotarnos.
Todos tenemos una forma específica de conectarnos con las demás personas, a veces pensamos que esto se debe porque otras personas tienen el don de relacionarse con los demás y nosotros no podremos hacerlo, lo que sucede es que algunos tienen ciertas habilidades más desarrolladas que otros, sin embargo, esto no significa que no podamos mejorar, he visto a personas que en la mayoría de reuniones no hablan con otros, sin embargo, bajo cierta circunstancias en algunas reuniones, se relacionan muy bien con otras persona, siendo amistades, familiares o extraños, hay varios factores que pueden influir en ello, estas pueden ser:
Actitud
Es lo más importante que debemos llevar para entablar una relación, puede que las otras personas quieran hablan con nosotros, sin embargo, si nosotros no lo deseamos, nuestra actitud se mostrara con nuestro lenguaje corporal, los demás lo notaran, damos a entender que no nos interesan los demás, por lo que las personas no querrán estar con alguien que no se interese en ellos. Cuando vamos con la actitud correcta, lo demostramos con las demás personas que nos interesan, ven nuestra disposición, se sienten apreciadas y que son importantes, nuestra actitud nos hará movernos para comunicarnos con las otras personas, nos hará construir puentes de comunicación, nos hará consciencia que debemos buscar herramientas para mejorar nuestras habilidades para relacionarnos. Hay personas que me comentan que no quieren ir a una reunión, porque no conoce a otras personas, son tímidas, los grupos ya están formados, se cansan, etc. al tener una actitud positiva, estamos en la disposición de conocer más personas y nos abre las puertas para descubrir algunos tips para mejorar.
Puntos en común.
El buscar los mismos intereses hará que nos conectemos con otras personas, si tenemos recuerdos de la secundaria, ayuda mucho mencionarlos, últimamente he visto a personas que estudiaron conmigo en el mismo centro educativo, puede que hayan sido de otros grados, sin embargo, recordarnos de anécdotas que vivimos, ha sido un pretexto para platicar con ellos.
Mencionar sus nombres
Al dirigirnos a los demás con sus nombres, los hará sentir mejor, es como una melodía a sus oídos, por lo que es importante recordar los nombres de las personas con quienes interactuamos, si no somos buenos al recordar sus nombres, hagamos un esfuerzo en apuntarlo y recordarlos si tenemos agendado reunirnos con ellos, esto facilitara mejor la comunicación, en algunas ocasiones he visto cuando una persona no recuerda el nombre de la otra persona, la conversación puede enfriarse por este “pequeño” detalle.
Interesarse genuinamente en los demás
El interesarse realmente por los demás, anteponemos los intereses de los demás que los nuestras, les estamos diciendo que nos importan, los puntos anteriores nos ayudan a demostrar a los demás que estamos interesados en ellos, esto significa que nos interesa en el tema que ellos hablan, no los interrumpimos o cambiamos de tema abruptamente, verlos a los ojos, tener empatía, entenderlo, etc. Ellos se sentirán importantes y lo apreciarán, podrán atención lo que estamos diciendo y se sentirán valorados, ven que estamos dedicando parte de nuestro tiempo en interesarnos en nosotros, básicamente los hacemos sentir importante.
Al momento en que decidimos interesarnos en las demás personas, debemos hacer algunas actividades que respalden nuestra actitud:
- Dar seguimiento a nuestros compromisos: Pasa mucho que en una plática comentamos que podemos apoyarlos en conseguir algo o ayudarlos en algún tema (aunque sea muy sencillo) y no damos seguimiento a nuestros compromisos, la otra persona se dará cuenta que no le tomamos en serio y la impresión que le demos no será la mejor. Al dar seguimiento, nos ayudará a ser confiable y será un camino en mejorar una relación.
- Mostrar tranquilidad a la otra persona. Al hablar con alguien y reflejamos inseguridad, dudamos o nos preparamos para una presentación, por ejemplo, puede que pongamos incomodo a la otra persona, duden de lo que estemos explicando o estemos comunicando no mostraremos confianza, si estamos hablando de un tema, es mucho mejor que nos preparemos, daremos seguridad de lo que estemos hablando y será una distracción menos, daremos una imagen de compromiso en el tema que estemos abordando. A menos que hablamos de un tema que sea de nuestra área de fortaleza, esta actividad lleva un esfuerzo de nuestra parte.
- Nuestro lenguaje debe ser entendible. Si somos expertos en algún tema y estamos hablando de ello, tenemos que esforzarnos para que el contenido sea entendible, debemos de salir de nuestra área de confort para buscar un mensaje sea lo más claro posible para las demás personas, cuando hablamos temas que no sean entendibles por los demás, puede que haya una frustración por no comprender lo que dices, y esto puede ser una causa que no nos emocione hablar con las demás personas.
- Trabajemos con los demás. Puede que no te guste trabajar en equipo, no puedes ir al camino que quieras y te moleste, si eso pasa, puede que los demás lo sientan y no tengan ánimos en relacionarte contigo, cuando nos relacionamos con los demás, es parte de esta relación el que compartas muchas cosas con otros, esto lo percibirán y estarán cómodos en estar contigo, esto conlleva que vayas un poco más despacio y debas tener paciencia, es parte de una relación y que te intereses en los demás. Los demás ven en ti que das desinteresadamente y lo apreciarán.
Cuando te emociona relacionarte con los demás, no te desgasta, sino te dan más energía, ves las cosas de diferente ángulo y los demás lo verán en ti, hará que te ayude en relacionarte más y te ayudara en influir en otras personas.
La comunicación funciona para aquellos que la trabajan. -John Powell.
Referencia: El poder de las Relaciones. John C. Maxwell
Acerca del autor:
Jorge Paz es Coach, Consultor y autor del libro Forjando Nuestro Destino. Con más de 10 años en la gestión de proyectos de implementación de software, experiencia de supervisión, soporte y evaluación de proyectos. Ha trabajado en proyectos en varios países de Latinoamérica apoyando a equipos de proyectos en alcanzar sus objetivos.
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CC by-nc 4.0 –
Jorge Paz